Nico, Juliet, Antonio y Javi

Para mí no es una lucha contra el cáncer, sino contra lo que quedó después. Contra los dos meses más duros de mi vida. 

Nada te prepara para escuchar que tu madre tiene tumores del tamaño de una pelota de tenis en el hígado. El cáncer de ovario avanzó sin aviso. Estuve con ella al final. Hay imágenes que no se van. 

El entrenamiento ne es nada comparado con lo que ha sido la vida estos meses. 

Pero en el WOD, al menos el dolor tiene sentido. 

Aguantar me hace sentir que algo dentro de mí se sostiene. 

Esta competición es mi forma de darle dirección a la tristeza. 

De convertir lo que me rompe en algo que me permite seguir. 

Si quieres aportar, ayudas a que otros tengan lo que nosotros casi no tuvimos: un poco más de tiempo. 

Juliet: 

Hace dos años y medio me dijeron que tenía cáncer. Dos cirugías brutales, mucho tiempo en el hospital, y casi morí por el tratamiento que me hicieron. Salí en una silla de ruedas, sin poder caminar y sin fuerzas. Sé que tuve suerte. Sé que estoy aquí y no todas lo están, pero tener cáncer para mí no era una batalla, era un ataque. Una realidad que, de golpe, cambió mi vida, mi futuro, mi mente y mi cuerpo. 

Entrenar crossfit ha sido una manera de reconstruirme y reencontrarme. Eso ha sido mi batalla. Me da un atisbo de control en medio de todo lo incontrolable. Es una forma de demostrarme a mí misma que ya no soy esa Julieta débil y derrotada, con tubos y vías en el cuerpo, con sangre y dolor, alejándome de la vida en el hospital. Competir en Battle Cancer es mi manera de decir que estoy aquí, que estoy viva. Donar a CRIS Contra el Cáncer es una manera de dar esperanza a más personas, de darles la oportunidad de recostruirse y encontrarse de nuevo.